John Tenniel, el ilustrador de Alicia.
John Tenniel es uno de los ilustradores de cuentos infantiles más emblemáticos de la historia por las ilustraciones de Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll. Son de tan alta calidad las ilustraciones y la novela, que parece que ambos artistas se compenetraron perfectamente, sin embargo fue todo lo contrario.
Sir John Tenniel fue un ilustrador satírico de la vida política Británica muy apreciado por la fuerza de sus viñetas en la revista humorística Punch. Anteriormente mostró también su talento como ilustrador infantil ilustrando las fábulas de Esopo. En 1864 Lewis Carroll se puso en contacto con él para encargarle las ilustraciones de Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas, cuyas ilustraciones iniciales fueron realizadas por el propio Carroll, pero de baja calidad.
Por lo visto Lewis Carroll escribió la novela para entretener a las tres hijas de su amigo Harry Liddell, una de ellas Alice, la que inspiró el personaje. La niña quedó tan encantada con la novela, que le pidió que lo escribiera. Es por ello que las ilustraciones iniciales fueron realizadas por el propio autor, pero de baja calidad, aunque sí con una gran cantidad de detalles que sirvieron como “guía” para las ilustraciones finales. Varios amigos del autor recibieron copias del manuscrito, y se lo leyeron a sus hijos. Al ver que todos los niños quedaron encantados por la historia, envió una copia a varios editores, y quedaron cautivados. El título de la novela inicialmente fue Las aventuras de Alicia bajo tierra. Cuando se decidió la impresión, Lewis Carroll añadió escenas y cambió el título por el que ahora conocemos.
Cuando John Tenniel recibió el encargo, lo pensó varios meses hasta que finalmente aceptó. Fueron 34 viñetas por 138 libras. Lewis le hizo tantas indicaciones de detalles para las ilustraciones, que John Tenniel, casi abandonó el encargo. No hizo caso de casi ninguna, e hizo las ilustraciones basadas más en su propio criterio que en criterio del autor. De hecho, Carroll también le dio una foto de la niña que quería que dibujara para la novela, que no fue Alice Lidell (que era morena y con flequillo), sino otra amiga que tenía llamada Mary Hilton Badcock, pero por lo visto no le gustó cómo la dibujó. Hay un manuscrito del propio Carroll que critica cómo la ilustró y dice lo siguiente:
El Sr. Tenniel es el único artista que ha dibujado para mí, que ha rechazado decididamente el uso de un modelo, y me ha dicho que no necesita de uno, más que lo que yo necesito de una tabla de multiplicar para resolver un problema matemático. Me arriesgo a pensar que él estaba equivocado, pues dibujó varios retratos de una Alicia completamente desproporcionada, con la cabeza demasiado grande, y los pies definitivamente demasiado pequeños.
A pesar de las diferencias entre Carroll y Tenniel, quien acabó harto de tantas indicaciones del autor, Tenniel terminó la primera ilustración en octubre de 1864, y en mayo de 1865 envió todos los originales listos.
La primera tirada de impresión de la novela, con 2000 ejemplares y editado por Macmillan and Co., fue almacenada, ya que Tenniel se quejó por la mala calidad de la impresión. Carroll absorbió los gastos ocasionados. En diciembre de ese año, la obra fue impresa de nuevo, ya con fecha de 1866. El libro se vendió rápidamente, asegurando el paso de Tenniel a la historia editorial. La publicación resultó ser una obra en la que el texto y las imágenes se alternaban en perfecta armonía, sin que uno le robara importancia a las otras.
La técnica de ilustración infantil que usó Tenniel fue dibujar primero las ilustraciones con detalle a lápiz, y luego las entintó con plumilla, con muchos trazos, juegos de sombras y gran calidad de detalles de estilo barroco. Enriquecieron la novela hasta tal punto, que las ilustraciones han sido emblemáticas y han servido de referencia como ilustrador de cuentos infantiles.