Crear el efecto de profundidad | Ilustradora Madrid Dibujante Freelance | Estefanía Córdoba
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Crear el efecto de profundidad

Crear el efecto de profundidad

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El aspecto de la representación en cómics que presentamos en este post hubiera podido aparecer con todo derecho al principio de esta guía para dibujar cómics, dedicado a la ilustración. No menos que el cómic y la pintura, la ilustración hace uso, en efecto, de la perspectiva. Y no menos que en la pintura, la reproducción de la profundidad ha tenido en los ilustradores una evolución…

Pero el origen verdaderamente influyente de este aspecto no es coincidente con la historia de la ilustración. Lo creamos o no justo, desde este punto de vista, en nuestra cultura, la ilustración ha sido considerada siempre como una pintura de segundo orden, más o menos valiosa según se acercaba o no a la pintura propiamente dicha.

Cuando se estudia la historia de la perspectiva, la referencia principal es, en efecto, la pintura; y aun cuando el cómic tiene con la pintura un parentesco menos próximo, es, sobre todo a ella, a la que hace referencia su uso de la perspectiva, acaso también negativa y críticamente.

La perspectiva, la reproducción de la profundidad, en cuanto problema tradicional de cualquier representación de personas y objetos, es un problema para el cómic desde el principio. Las opciones pueden ser ilustrativas, «realistas», miméticas del mundo tal como la tradición perspectiva suele representarlo; y pueden ser opciones anormales, para las cuales la perspectiva se convierte en un instrumento de deformación, y por tanto de expresión, más que de reconstrucción semejante. Ambas tendencias son originarias en el cómic, y se remontan prácticamente a su aparición. Mucho más reciente, en los años cuarenta y cincuenta, es la conquista del abandono de la perspectiva, en las tiras cómicas como Barnaby de Crockett Johnson y los Peanuts de Charles M. Schulz (viñetas superiores).

No debe olvidarse que, mientras por lo que se refiere a la relación entre el lenguaje de los cómics y los de la ilustración y la caricatura existe una filiación directa, con posterior bifurcación de los caminos, nada de esto sucede en la relación entre cómic y pintura: la relación, de descendencia o de parentesco horizontal es, de todos modos, más intermediada. A medida que avanzamos en nuestro análisis de los lenguajes de imagen, nos alejamos de la relación con los orígenes del cómic; y las interferencias con los otros lenguajes, las recíprocas contaminaciones no son un acervo hereditario, sino conquistas expresivas, adquisiciones y mutaciones que se han verificado en el curso de los años.

Los cómics de Mattotti y Sienkiewicz, que analizaremos en los siguientes posts son el resultado, más allá de la historia del cómic, también de la historia de la pintura, de la gráfica, de la ilustración, manteniéndonos en el campo de lo visual. En ese mismo apartado indagaremos con mayor atención las relaciones históricas entre el lenguaje del cómic y el de la pintura.

 

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