Syd Mead, ilustrador del futurismo.
Syd Mead nació el 18 de julio de 1933 en Minesota. Actualmente tiene 82 años. En los créditos de la película Blade Runner, Syd Mead figuraba como «Futurista conceptual», un término que da idea del alcance de sus posibilidades. También diseñó los vehículos de las películas Aliens y Tron.
Director de su propia compañía de diseño industrial, Mead fue desde hace mucho un ilustrador muy solicitado por clientes que buscaban diseños futuristas, firmemente basados en las posibilidades tecnológicas. En este aspecto ha producido visualizaciones que van desde camiones al interior de helicópteros, desde yates de lujo hasta maquinaria para películas de ciencia ficción.
Syd Mead se interesó desde muy joven en los vehículos fantásticos. Más tarde, durante su servicio militar, envió algunos dibujos de automóviles a la compañía Ford, y recibió una carta del diseñador jefe, animándole a acudir a una escuela de arte. Mead se graduó en Diseño Industrial en la Art Center School de Los Ángeles y pasó a trabajar para la Ford y la US Steel. Ambas compañías, conscientes de su tendencia a la extrapolación realista, le encargaron dibujos para proyectos vanguardistas. Un libro de promoción de la US Steel titulado Concepts, con ilustraciones suyas, le supuso el reconocimiento internacional como diseñador, y en los años siguientes se publicaron más muestras de su obra, hasta que fundó Syd Mead Incorporated, una organización independiente dedicada al diseño y la ilustración.
«La mayor parte de las ilustraciones industriales las hacen empresas que fabrican productos industriales. El proceso de visualización solo llega hasta el punto en que todo el mundo puede apreciar las intenciones del equipo de diseño, y alguien dice: «Sí, eso es lo que haremos para el modelo del año 86″. Entonces suelen pasar a hacer maquetas de tamaño natural. Las empresas suelen encargarme una alternativa a lo que está haciendo su equipo de diseño. Y para eso necesitan una fotografía, que es más económico que hacer una maqueta. Lo que yo entrego es una solución tridimensional presentada en forma de ilustración, pero muy realista.»
De niño, Mead alimentó su interés por las posibilidades del futuro a base de enciclopedias, aviones de la Segunda Guerra Mundial, y el espectacular escenario de los Parques Nacionales. «Recuerdo que en la escuela secundaria hice una historia con ilustraciones muy elaboradas, acerca de un laboratorio instalado en lo alto de una montaña, con un cohete construido en secreto en un desfiladero. La ilustración, hecha con lápices Prismacolor, mostraba un cohete Buick 1950, muy aerodinámico, rojo brillante y con muchos niquelados. Esto fue mucho antes de que comenzara el programa espacial y mucho antes de que aprendiera conscientemente algo sobre cohetes.
Alguien me regaló un libro titulado La conquista del espacio, por Chesley Bonestell, que consistía en una serie de ilustraciones de paisajes de los planetas y cosas así. Chesley Bonestell está considerado como el decano de los pintores espaciales. Fue el primero que pintó vistas detalladas de la Luna, Venus y los demás planetas, fue un pionero en el arte astronómico. Así empezó mi fascinación por el espacio. Esto sucedía en los últimos 40 y principios de los 50. Todos los cohetes que dibujaba por esa época tenían más o menos forma de automóviles.»
Sin embargo, en tiempos muy posteriores, la obra de Mead se caracterizó por la credibilidad y realismo de sus vehículos y paisajes. En el Art Center aprendió cómo se fabrican y utilizan los materiales, y sus ilustraciones para la Ford y la US Steel le permitió aprender los procesos industriales de fabricación de un artículo complicado. Más tarde trabajó con arquitectos y aprendió las razones del aspecto actual de los edificios. «Es una combinación de materiales de producción lineal: vigas, planchas, tableros, cristal, etc.»
El conocimiento de los procesos actuales le permitió extrapolar. «Puedes hacer un cambio lógico y que la cosa siga siendo creíble. Así es como invento el aspecto de los coches y edificios del futuro. Pero no me limito a la simple progresión lineal. También introduzco alguna discordancia que le dé un aspecto extraño al diseño sin que deje de ser reconocible.»
Mead se considera en primer lugar diseñador industrial, y en segundo ilustrador. «Todo mi trabajo son encargos comerciales, se trata de diseños o ilustraciones. No tengo tiempo para pintar para mí mismo.» Pero cada trabajo le permite insistir en su peculiar visión del futuro dentro de las limitaciones del encargo en concreto.
Actualmente, con 82 años, Syd Mead sigue en activo. Puedes ver su trabajo en su página web oficial.