Los «hermanos Hildebrandt»
No es extraño que los gemelos Hildebrandt se parezcan en carácter y en temperamento. Pero que ambos posean un talento artístico parecido e igualmente notorio, ya es algo más raro.
Dicho talento es algo que tienen en común los dos americanos Greg y Tim Hildebrandt —también conocidos como los «hermanos Hildebrandt»— que, desde sus ilustraciones de Tolkien, han logrado reunir un amplio grupo de entusiastas seguidores de sus temas fantásticos.
Desde muy pronto, los dos hermanos nacidos en Detroit el año 1939 mostraron un gran interés por los misterios fantásticos. «Por lo que yo puedo recordar, siempre he estado haciendo algo artístico», dice Greg Hildebrandt. «Empecé con dibujos. Más tarde intenté ser director de cine. Junto con mi hermano me instalé en un viejo granero, el cual convertí en un estudio donde reconstruimos el gigantesco calamar de la película de Disney «20.000 millas de viaje submarino». Con tramoya nos diseñamos un mundo de un extraño planeta —con cráteres de volcán, montañas y un brillante sol ante un cielo oscuro. Luego lo volamos todo».
Greg Hildebrandt también se ocupó una temporada del cine y decorados para películas, una vez hubo dejado la escuela. Luego trabajó como grafista publicitario, profesión que le dejaba suficiente tiempo para, junto con su hermano, realizar cuadros e ilustraciones de su gusto. Estos trabajos despertaron interés y gustaron, hasta el punto que ambos hermanos recibieron, en 1978, la medalla de oro de la «Society of Illustrators».
Casi al mismo tiempo, Greg y Tim Hildebrandt iniciaron un proyecto que debía hacerles populares de golpe, más allá de las fronteras de su país: la ilustración de varios calendarios con motivos de las novelas fantás ticas de J.R.R. Tolkien. Estos calendarios, vendido en millones de ejemplares, estimularon a los Hildebrandt para realizar su propia creación fantástica, «Urshurak», la cual, como es natural, ilustraron por sí mismos. Invirtieron más de dos años en el magno proyecto.
Junto a «Urshurak» nacieron otras ilustraciones del mismo tema, hasta que en 1981 ambos hermanos decidieron que, en el futuro, seguirían el arte por caminos separados.
Greg Hildebrandt sigue fiel a lo fantástico. Junto a diseños para los decorados de una película fantástica de Peter Yates, también se dedicó a la ilustración de portadas. A todo ello se añadieron cuadros que pintaba de acuerdo con los deseos del cliente. Tales coleccionistas de arte no sólo se interesaban por la técnica refinada con la que Hildebrandt sorprende siempre a los observadores de sus cuadros, sino también por la característica temática de este artista.
El arte fantástico de Hildebrandt se diferencia fundamentalmente de las ilustraciones en el estilo de la «Heroic Fantasy» de sus colegas Frazetta o Vallejo. A Hildebrandt no le interesan los fuertes luchadores y las seductoras bellezas. Su mundo se encuentra más en el intimismo de magos, enanos y unicornios con el fondo de sus reinos mágicos y fabulosos. Apenas puede negarse la influencia de Tolkien en la temática de estos dibujos.
Quizá Greg Hildebrandt sea el representante más perfilado en esta tendencia de la ilustración fantástica. Sus equilibradas composiciones con el especial encanto del reparto específico de luces y sombras crean una escuela que a pesar de los reconocibles modelos presenta una personalidad y estilo propios.