Cómo dibujar la pelvis
La cintura pélvica está formada por los dos huesos coxales que, en unión del sacro y el cóccix de la columna vertebral, constituyen el conjunto denominado pelvis.
Los dos huesos coxales se articulan en la parte posterior con el sacro, formando las articulaciones sacroilíacas. En la parte anterior, se articulan entre sí formando la sínfisis púbica. Estas dos articulaciones permiten un movimiento limitado.
Cada hueso coxal consta de tres partes: ilion, isquion y pubis. Dichas partes se fusionan hacia los dieciséis años de edad, y cada una de ellas contribuye a formar el acetábulo, cavidad en la que se asienta la cabeza del fémur. Dicha cavidad es profunda en comparación con la que acoge la cabeza del húmero.
El ILION es un gran hueso plano en forma de abanico, con un borde superior fuerte y curvado llamado cresta ilíaca. En la parte anterior, esta cresta termina en la espina ilíaca anterosuperior, que presenta inmediatamente por debajo una pequeña proyección ósea denominada espina ilíaca anteroinferior. Por la parte posterior, termina en la espina ilíaca posterosuperior. Estas tres estructuras, la cresta ilíaca y las dos espinas ilíacas superiores constituyen unas referencias excepcionalmente importantes en la parte inferior del tronco. La cresta es subcutánea, de forma que puede palparse con facilidad, a no ser que exista una gruesa capa de grasa. Su relieve puede observarse en la superficie. Las espinas ilíacas anterosuperiores pueden palparse a ambos lados con la punta de los dedos, y son muy evidentes en las personas delgadas, y en especial en las mujeres, en las que se proyectan hacia adelante. En el hombre, las espinas se dirigen hacia adentro, dando lugar a una depresión en la superficie.
Los dos PUBIS, que forman la parte anterior de los coxales, se reúnen en la línea media para formar la articulación de la sínfisis pubiana. La superficie anterior de estos huesos sirve como lugar de inserción de los músculos de la extremidad inferior.
Los dos ISQUIONES constituyen la parte posterior e inferior de los huesos coxales. Parte de ellos está integrada por unas masas óseas robustas y rugosas denominadas tuberosidades isquiáticas, sobre las que nos sentamos y en las que se insertan los músculos de la parte posterior del muslo.
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